"Depeche Mode: Paladines del Electro Rock"

En el cierre de la edición 09 del Personal Fest, el trío británico revalidó sus credenciales como una de las grandes bandas de todos los tiempos.

En tiempos en que el término “música electrónica” es totalmente común y corriente, y hasta diríamos trillado, y mientras infinidad de nuevas bandas, solistas y dúos corren detrás de la última novedad en la materia, Depeche Mode ya fue y vino varias veces y madura con una absoluta dignidad.

Arrancaron a principios de los años ochenta montados a la llamada movida electropop (más tarde rebautizada como tecno) y ante los comentarios que en aquel momento tildaban al estilo de frío y maquinal por la preponderancia de teclados y sintetizadores, ellos supieron otorgarle a su música el soplo de humanidad correspondiente a través de una riqueza melódica netamente pop. Primero Vince Clarke y luego Martin Gore se encargaron de otorgarle al proyecto una veta sensible que los distinguió de sus colegas de la época y poco tiempo después se convirtieron en paladines de la misma con una serie de discos y temas que llegaron a millares de oídos en todo el mundo.

Por eso hoy, cuando muchos abrazan y se suben al tren de la música electrónica, Depeche Mode disfruta de su madurez dándose el lujo de combinar instrumentos acústicos como la batería y la guitarra eléctrica y hacerlos convivir en pacífica armonía con los sintetizadores y ese sonido casi naive y juguetón de antaño. Sounds of the Universe, su último álbum y el que vinieron a presentar a la Argentina, es un fiel ejemplo de ello, rescatando los sones de sus raíces pero combinándolos con las posibilidades técnicas del nuevo milenio y transformando a la banda en una verdadero mecanismo de absoluto electro rock, a pesar de que, como desgranan en estos últimos años y producciones discográficas, parecieran preferir los tiempos medios antes que el pulso bailable de sus comienzos.

Con lo nuevo y con su bagaje de hits a cuestas, el trío de Basildon pasó glorioso por la Argentina en su segunda visita y le cumplió el sueño a muchísimos fans tanto locales como de otros puntos de Latinoamérica (México, Uruguay, Venezuela, Colombia, Perú) que dijeron presente en la concurrida noche en el Club Ciudad. Con un puesta en escena que descansaba principalmente en una pantalla de leds como gran telón de fondo y en el que desfilaron tanto imágenes del show como otras de paisajes y figuras geométricas, el combo que conforman Dave Gahan, Martin Gore y Andrew Fletcher superó las expectativas de la multitud a pesar de la ausencia de algunos esperados hits como “I just can’t get enough”, “People are people”, “Strangelove” o “New life”.

El concierto arrancó con varios temas del último disco (“In chains”, “Wrong”, el destacado “Hole to feed”) pero pronto ingresó en el “túnel del tiempo” con gemas de la talla de “It´s no good”, “Question of time” y “Fly on the windscreen”. Un Martin Gore de vestimenta totalmente plateada tuvo su momento de brillo personal al entonar esa suerte de mitad electro bossa y bolero que es “Jezebel” y la emocional “Home”. Andrew Fletcher, desde el fondo y tras sus teclados, es el que sostiene todo el andamiaje instrumental y por delante de ellos emerge la figura carismática de Dave Gahan. Manejando al público y a los climas del concierto a su antojo, se mostró como un experimentado showman y especialmente como un sólido cantante, dueño de un registro profundo y seductor, y cada vez mejor compositor.

“Policy of truth”, “I feel you”, “Enjoy the silence” y “Never let me down again” conformaron un bloque que arrancó ovaciones desde todos los rincones del enorme predio de Núñez y llegó a su pico máximo con “Behind the wheel” y el adictivo “Personal Jesus”.

Con una presencia de lujo como los ingleses Depeche Mode, y sus relatos oscuros de amor, desamor, redención, soledad, fe y melancolía, la edición 2009 del Personal Fest dijo adiós en gran forma. ¿El show del año? Es muy probable.